Suena What’s Up the 4 Non Blondes de fondo y casi sin darme cuenta veo que mi verano ha pasado y que no he hecho nada con él. ¿Acaso he pasado de ser un vividor follador a sólo un follador? Al menos sigo poniendo las tildes en “sólo”, nunca está de más conservar esos pequeños errores con una pizca de suerte nos acompañarán siempre.
He conocido a muchísima gente en los últimos años y en toda esa gente he encontrado algo que sin excepción hará que las destruye o que brillen. ¿Sabéis qué es? La autoestima y la fuerza mental.
Fuerza mental, qué gran conjunto de palabras. Fuerza, algo que para mí es totalmente necesario en todos los ámbitos de la vida y por supuesto mental, de mente, nuestra mente, esa cosita que todos tenemos (no lo aseguro) y que nos hace controlar nuestra vida y a veces incluso la de los demás.
Os voy a decir algo que jamás os dirá esa gente, muchas veces uno que es débil jamás va a conseguir ser fuerte por más técnicas que use, pero alguien que trata de venderte una solución jamás podrá decirte esto, tiene que hacerte creer que con el paso del tiempo conseguirás ser fuerte.
Bueno, mi pregunta es: ¿Alguien torpe puede llegar a ser alguien inteligente? En ese caso, ¿por qué deberíamos pensar que alguien débil puede llegar a ser alguien fuerte?
Bueno, no es un gran ejemplo, ya que poca gente torpe busca ser inteligente en la vida, yo diría que ni se lo plantean, y muchos de esos débiles le venden muy bien a los demás que han conseguido ser más fuertes.
Quizá eso sí sea real, quizá sí es real que hayan conseguido ser más fuertes, ¿pero han conseguido ser fuertes o simplemente son menos débiles?
Bueno, no seguiré con el tema, que por lo que me he encontrado durante todos estos años debo dar por hecho que cuatro de cada cinco personas que leáis esta entrada os vais a sentir identificados con esas personas débiles y no con las fuertes, sería muy estúpido por mi parte criticar algo que tiene una mayoría y encima decirles que jamás van a conseguir ser algo más que lo que ya son. ¿O sí?
He caído, hace unos años caí en lo más profundo que una persona puede caer, o al menos en lo más profundo que yo puedo caer, no echaré culpas a nadie ya que la vida de cada uno sólo tiene un único protagonista y somos nosotros mismos, el resto de personas en nuestra vida son como las aplicaciones que tienes en el móvil, simplemente te hacen la vida más sencilla.
Madre mía, ¿qué duro suena todo no?
¿Os estoy liando? Quizá a parte de débiles también carecéis de inteligencia, vete tú a saber.
Entonces estamos en que ahora he descubierto el secreto de la vida, debemos rodearnos de gente fuerte mentalmente y ya si encima son gente inteligente, mejor aún, ¿no? Sé de gente que por llegar a conclusiones mucho más simples ha escrito libros, quizá debería plantearme hacer lo mismo, pero mejor otro día, o año.
Quizá no importaría nada tener fuerza mental o no tenerla si no estuviese en cada una de las decisiones que tomamos o si no fuese lo que reina en nuestra personalidad y la controla a nuestro antojo. ¿Quién no conoce a alguien con un autoestima de mierda que trata de hacer daño a los demás para así ver que tiene algo de poder y sentirse más fuerte? ¿Quién no conoce a alguien débil que trata de joderte para ponerte a su nivel en lugar de intentar esforzarse y llegar a tu nivel?
Ejemplos sobran, todos sabemos que de algún modo la debilidad es lo que toma el rumbo de nuestras vidas, y no hablo de ser débil de carácter, hablo de ser débil mentalmente.
Con mis parejas ha sido curioso, la verdad es que haciendo un poco de offtopic diría que he tenido muchísima suerte encontrándolas, aunque también lo haya pasado bastante mal, supongo que es algo que va implícito en el amor, el lado bueno es buenísimo, pero el malo es mejor no conocerlo.
Encontré a Jara, una chica con una fuerza mental increíble que además también podría estar en un top 5 de las mujeres más inteligentes que he conocido jamás, si a eso le sumas su mezcla de acentos. La distancia lo mató todo, pero de algún modo encontré lo que buscaba, tuve suerte.
Después por alguna extraña estupidez que se me mete a mí en la cabeza quería una pareja rubia y catalana, quizá mi error fue buscar el físico y no unos valores como sí hice con Jara, pero supongo que uno no elige de quién enamorarse. Marta llegó y curiosamente llegó como se fue Jara, con una relación a distancia. No era rubia, pero cumplía perfectamente el detalle de ser catalana, tampoco le pedía más. Quizá no era la más inteligente, desde luego no era la más fuerte, pero tenía una sonrisa preciosa y probablemente sea de las personas que más da por los demás, aunque temo que lo haga más por ella que por ellos. A ella desde luego puedo agradecerle haberme hecho una persona más fuerte, aunque siempre quedará ese rencor de no haber apostado por mi potencial por no haber visto resultados, eso alguien inteligente no lo hubiese hecho jamás, nadie es perfecto.
Después de ella no sé muy bien lo que buscaba, estaba demasiado perdido y pese a no haber llegado a ser pareja me encontré con Helena, una chica con la que me estuve viendo durante una larga temporada antes de Jara y que ahora había vuelto a vivir a Italia, quizá en ella simplemente buscaba eso, alguien que me apartara del mundo que conocía y que me ofreciese la posibilidad de irme a otro país con personas que no había visto jamás. Aunque aprovechando que ella jamás me va a leer, de algún modo creo que aposté por ella porque ella no conoció esos años que pasé con Marta, ella me conocía por ese chico fuerte en tiempos de Jara, quizá ayuda cuando alguien no conoce tus mierdas, ocultarlas siempre es más fácil. La distancia también lo mató todo, es imposible tener algo estable con alguien que ya no es que viva lejos de ti, es que está en otro país y ni siquiera puedes llamarla por teléfono, prefiero no recordar lo que tenía que pagar de tarifa de móvil por llamar desde el puñetero Skype con el 3G.
Antes de llegar a la última, y espero que ese “última” perdure para siempre, quisiera resaltar un hecho bastante curioso. Con todas he acabado por la distancia y precisamente con Marta que nos veíamos una vez al mes no acabamos por ello. ¿Será por eso por lo que le guardo tanto rencor? Bueno, será una razón de las muchas que hay.
Ana.
La verdad es que de Marta buscaba más cosas en contra que cosas en común, pero curiosamente tiene más en común con ella que con ninguna otra de las chicas que he conocido. Desde luego tiene su forma de demostrar que está enamorada con gestos y detalles, tiene su forma de ayudar a los demás y de algún modo, también tiene el problema que Marta dijo que tenía y que cada vez que pasa el tiempo más cuenta me doy de lo engañado que estaba. Pese a eso y suponiendo que me la creo, da la casualidad que ella lo llevó todo de otra manera, supongo que la fuerza mental y una inteligencia a su nivel hace que todos los problemas lo sean menos. Aunque pese a ser ahora algo positivo, también puede convertirse en algo totalmente negativo, ya que cuando no es la primera vez que vives algo y la primera vez fue de forma tan negativa, la segunda muchas veces la cagas por creer que sabes lo que ocurre, crucemos los dedos.
Helena… Bueno, Helena se parecía mucho a Jara, por lo que digamos que las tres comparten virtudes, pero Helena también está relacionada con el arte como lo está Ana. ¿Podré presentarlas algún día para que se hagan súper amigas?
–Hero