La semana se me hizo súper corta, mañana viernes, después de comer, cogería la moto y me desplazaría hasta allí, mi amigo ya me tenía todo planeado, sería un fin de semana realmente épico.
Nos fuimos a casa a cenar, casi se me había olvidado que tenia que avisar a mi amiga de aquí para quedar para esta noche, le mandé un SMS diciéndole donde estaría y a la hora, le indiqué que íbamos a estar en la discoteca en la que pinchaba mi amigo y que se pasara por allí con sus amigas, ella me respondió con un escueto “Ok”.
La noche prometía, por un lado tenia a Silvia y por otro a mi amiga, por como conozco a las tías como Silvia, o me la follaba allí mismo, o no me la follaría.
Pero por cosas del destino, Silvia parece que terminó su actuación por el momento y se acercó a nosotros, clavó su mirada en mí y yo hice lo mismo con ella, sin mostrar debilidad alguna, mi polla quería actuar, por lo que dejé que fuera ella la que pensara que hacer. Me estaba poniendo malísimo tenerla tan cerca, me levanté y la agarré de la cintura, a lo que ella puso sus manos en mis hombros, mi amigo nos miró pensando que nos íbamos a comer la boca allí mismo. La pregunté dónde me iba a llevar, a lo que ella se dio la vuelta y me ofreció la mano, se la agarre y me guió hasta una habitación que usan para cambiarse las gogó. Había pasado ya la hora y mi amiga debería de estar dentro de la discoteca, pero ahora mismo, era mi polla la que pensaba por mí.
Cerró la puerta detrás de mí y se lanzó a mi boca, empezamos a entrelazar nuestras lenguas y yo la metí una mano por dentro de las braguitas y la empecé a masturbar sin parar de comerle la boca. Me sacó la mano y me hizo sentarme encima de una silla, ella se me subió encima y se quitó la parte de arriba, dejando a mi vista sus dos preciosas tetas. Mi móvil sonaba, pero yo no le hacia caso, sonaron un par de mensajes mientras Silvia seguía encima de mí frotándose y yo comiendo las tetas y la boca. De pronto, se me sacó la polla de los pantalones y me empezó la empezó a masturbar con sus dos manos, la tenía súper dura y por la cara que puso le encantó, se la metió en la boca y me la empezó a chupar, lamiendo con la punta de su lengua todo lo largo que la tenía. Mientras me la lamía, me la masturbaba con la mano derecha, la chupaba condenadamente bien, tanto, que le agarré la cabeza con fuerza, no vaya a ser que no quisiese terminármela, pero no lo hizo, me hizo una de las mejores mamadas de mi vida y me corrí en sus tetas, puso una cara de viciosa que me volvió loco, pero el móvil no paraba de sonar y ahora, después de correrme, ya hice uso de la razón y me di cuenta que mi amiga hacia media hora que me estaba esperando. Le dije a Silvia que tenía que hacer algo, la noticia no le sentó muy bien, me pongo en su situación y es una verdadera putada, pero seguro que una chica como ella no iba a tener problemas para que la comieran el coño o le hicieran algo mejor.
Allí la vi, estaba espectacular en un vestido bien ajustado, con tacones y mostrando todos sus encantos, iba acompañada de cuatro amigas. Por suerte mi amigo me había presentado al de seguridad, le indiqué que esas chicas iban conmigo y no puso pegas para que pasaran, tengo que reconocer que quedé como un verdadero rey con esta estratagema.
La agarré de ambas manos e hice que girase sobre si misma para verla mejor, sin hacer caso de sus amigas, la dije que estaba espectacular, a lo que ella se rió y luego puso cara de desaprobación, la conté que había estado ocupado con mi amigo, una mentira piadosa que llaman. Acto seguido me fue presentando a sus amigas, con el beso correspondiente en cada mejilla. Bajamos las escaleras y nos encaminamos a la discoteca, estuvimos hablando de temas de todo tipo y empecé a hablar con una de sus amigas, metiéndole ficha a saco, a ver que ocurría. Tenia un escote espectacular y yo no paraba de mirárselo, ella se daba cuenta pero me seguía el rollo y también me empezó a meter ficha. Para que no pensara que era un puto salido me puse a bailar un poco con ella, para evitar así mirarle ese par de tetas que tenia, por el rabillo del ojo pude ver como mi amiga nos miraba, me acerqué a ella y la agarré de la cintura, a lo que ella se alejó y se me puso a la defensiva. Me había salido mal la estrategia, quería que se pusiese celosa, pero creo que había algo más. La agarré de la mano y la dije que saliésemos fuera, a lo que ella se negó, me dijo que mejor que fuera con su otra amiga. Me acerqué a la tía que le había estado metiendo ficha toda la noche y la dije que me hiciese el favor de decirle que me acompañara a dar un paseo, ella asintió con la cabeza.
Agarré a mi amiga de la mano y la saqué de allí, nos sentamos justo al lado de la playa, con la extraña mezcla de sonidos de los guiris gritando y las olas de fondo. La agarré de la cintura y la dije que me gustaba, que era bastante especial para mí, ella no paraba de estar a la defensiva. La comenté que fuésemos a sentarnos a la arena para hablar un rato y así hicimos. La agarré de la cintura y la intenté besar, pero me evitó, lo volví a intentar y me volvió a esquivar el beso. Podía ver en su preciosa mirada que quería besarme, pero no sé que le pasaba por la mente.
– Cierra los ojos, le dije.
– No, respondió ella.
– Confía en mi, repliqué yo
Ella cerró los ojos, yo me acerqué mas a ella y la agarré por la cintura, a lo que ella volvió a abrir los ojos.
– No voy a besarte, confía en mí, le dije al oído.
Ella volvió a cerrar los ojos y yo le agarré la mano.
– Imagínate que estamos solos en esta playa, sólo estamos tú y yo, imagina…
– Estamos solos, se burló ella.
La llevé a mi habitación y me dijo que si le podía dejar algo para dormir, le lancé una camiseta de manga corta, ella me indicó con la mano que saliese de la habitación mientras se cambiaba.
Al entrar, ya estaba metiéndose en la cama. Me quité los pantalones y me puse otra camiseta, me fijé que ella me miraba mientras me quitaba la ropa. Me metí en la cama con ella y la abracé.
Tuve que alejarme un poco de ella porque estaba empalmado, por lo que le di un beso en el cuello y le desee buenas noches y que si necesitaba algo que me despertara.
Me desperté a la una de la tarde y me fijé que ella seguía dormida, por lo que intenté no molestarla y fui al salón a hacerme algo de comer mientras ella seguía descansando y yo estaba deseando que se despertara…
Cuando había pasado una media hora desde que nos habíamos metido en la cama y cuando creí que ella ya estaba dormida, noté como una mano se metía entre mis piernas, me agarraba la polla y me empezaba a masturbar, acto seguido pude notar su aliento y escucharla decir “quiero hacerlo”. Dicho esto se me subió encima, sin dejar de masturbarme…
esta bien 😀