¡Disfruta mucho más de ti!

¿Ahora con quién me voy yo a París?

¿Y ahora con quién me voy yo a París?
¿Con quién me hago fotos frente a la Torre Eiffel?
¿A quién le digo que confíe en mí y no en su vértigo para subir a lo más alto de ella?
¿Con quién voy a pagar 15€ por dos Coca-Cola en alguna terraza de los Campos Elíseos?
¿Con quién criticaré el modo por el que los coches circulan por el Arco del Triunfo?
¿Con quién perderé el tiempo entre unas sábanas de seda mientras vemos París por la ventana?
¿Y con quién iré a Estambul?
¿Con quién me haré fotos delante de Santa Sofía?
¿Y a Nueva York en pleno diciembre?
¿A quién abrazaré mientras va con gorro y bufanda, con los mofletes rojos por el frío mientras avanzamos por la Quinta Avenida?
¿A quién coño llamaré ‘mofletes gordos’? Bueno vale, puede que este punto lo suprima.
¿A quién me follaré cada mes en una ciudad diferente? ¿O tendré que follarme a una diferente cada vez que vaya a un nuevo país?
Aunque así es fácil, ahora es fácil.
El amor no lo es, el amor es saltarte todas las trabas que el resto te pone, el amor es luchar cuando todo sale mal, el amor es mirar a los ojos a esa persona y que eso sea suficiente.
El amor es que haya silencios, pero que ninguno sea incómodo.
El amor también es tener un baldosín de los abrazos, donde aunque discutáis si uno se pone sobre él tengas que darle un abrazo.
El amor es no caer en la monotonía.
El amor es vernos llorar.
El amor es poneros motes que jamás se os ocurriría contar a nadie.
El amor es que el otro sepa de tus taras y de tus mil y un fallos.
El amor es contaros cosas que jamás le habéis contado a nadie.
El amor es abrazar al otro en un ataque de ansiedad provocado por algún (…)
El amor es quitarle al otro la manta mientras duermes, que de madrugada te despiertes por el frío y seas tú quien ahora se la quita a ella.
El amor es conocer a toda su familia, aunque creas que es demasiado pronto y siempre hayas huido de ese tipo de formalismos.
El amor es que seas imperfecta, pero perfecta para mí.
El amor es olvidarme de las fechas importantes, incluido tu cumpleaños.
El amor es colmarme de paciencia para lograr enseñarte a patinar.
El amor es esbozar una sonrisa al ver lo pava que eres en los deportes.
El amor es morderme la lengua frente a los hijos de puta que nos rodean.
El amor es mover las manos detrás tuyas y provocarte un susto que te haga gritar.
El amor es follar en la cocina mientras tus suegros ven el telediario en el salón.
El amor es tirarte un vaso de agua a la cara el segundo día que te veía y que tú me tires la jarra entera.
El amor es que me ayudaras a reconciliarme con alguien que después demostró entenderme mejor que nadie.
El amor es masturbarte mientras conduces fuera de Madrid.
El amor es masturbarte en la sala de espera de una empresa de alquiler de coches que al final no nos alquiló nada.
El amor es que cada chica que conozco me diga que tenemos que volver.
El amor es que la imagen de nuestra última despedida en Atocha no se vaya nunca de nuestras mentes.
Pero el amor también es volverte gilipollas.
El amor también es entrar en el Facebook del otro porque no te fías de ella.
El amor también es morirte de celos cuando ves una foto con alguien que ya no eres tú.
El amor también es tener miedo de volver a expresar tus sentimientos.
El amor también es tratar de engañar al otro, sabiendo que eso es imposible para nosotros.
El amor también es que te busque en mil camas y que no aparezcas en ninguna.
El amor también es que sigas en Twitter a la chica con la que más hablo y que después digas que ha sido una casualidad.
El amor también es tenernos rencor..
El amor también es que tus amigos te manipularan para dejarme
El amor también es no encontrar fallos en tu pareja y pensar que los demás sí te los pueden dar.
El amor también es hacer grandes los fallos que jamás lo fueron tanto.
El amor también es que hubieras creído más en mi potencial.
El amor también es que yo hubiera confiado más en ti.
El amor también es no lograr fiarme ya de tus amistades.
El amor también es que me hubiera tragado mi orgullo para volverte a dejar pasar.

El amor es una mierda.

Ahora todo es demasiado fácil, quién no estuvo en las malas, aún no sé si se merece estar en las buenas, seguiré debatiéndolo con la almohada. Almohada que tú abrazabas pensando que me abrazabas a mí cuando estaba a casi mil kilómetros de ti

Pero lo que realmente importa: ¿Y ahora con quién me voy yo a París?

(…)

Como siga escribiendo estas entradas al final voy a salir a la calle mientras me caen pétalos de rosas. Con suerte se me pega algo y soy algo más ñoño en persona, que falta me hace.

–Hero

2 comentarios en «¿Ahora con quién me voy yo a París?»

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